Cómo abrir una puerta blindada

Es importante diferenciar entre las puertas blindadas certificadas y no certificadas. Como regla general las puertas blindas domiciliarias son puertas de seguridad que carecen de certificación, mientras que las puertas blindadas profesionales que se exigen para ciertos mercados regulados deben estar obligatoriamente certificadas por AENOR o por Applus para cumplir así con las Órdenes Ministeriales específicas de ese mercado en concreto.

La estructura de una puerta blindada certificada es compleja; se basa en un entramado de chapa de acero y lana de vidrio o un material extraduro, con paneles interiores que refuerzan aún más la estructura. Por eso este tipo de puertas resistentes a la efracción son difícilmente penetrables mediante un ataque a la hoja de la puerta. La cerradura complementa el alto nivel de seguridad de estas puertas certificadas, ya que la normativa exige que estas estén también homologadas: ya sea conforme a la UNE EN 12209:2004:7 para puertas blindadas UNE EN 1627/28/30:2011, o de acuerdo a la EN 1300 Clase A, B o C para puertas acorazadas con certificado UNE EN 1143-1. En caso de manipulación de la cerradura y ante un ataque violento, como sucede con muchas cajas fuertes, los delatores o sistemas de rebloqueo condenan automáticamente la pestillería y demás elementos de cierre.

En resumen, abrir una puerta blindada o acorazada por personas no autorizadas es una tarea harto complicada, y la dificultad aumenta a medida que aumenta el grado de certificación y la normativa conforme a la cual el producto está certificado.

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